ILDEFONSO CECILIA

Me interesa el arte como medio de expresión para poder denunciar aquello que nos oprime. Cuestiono los orígenes de cosas y hechos, procuro actuar con criterio y tener capacidad de discernir, aunque soy consciente de lo complicado de la situación. Busco las raíces de los problemas y todas me llevan en la misma dirección. Confío en el triunfo de la revolución mental, me posiciono en contra del sistema piramidal, no pertenezco a ninguna organización, no creo en himnos ni banderas, busco la libertad.

Creo que la misión del artista desde el inicio del homo sapiens es la de guiar a la sociedad, para obtener prosperidad, en lo terrenal y espiritual. Los creadores del lenguaje, trajeron la paz entre las distintas comunidades, generaron estrategias de supervivencia y desarrollaron la primera tecnología. No pintaban en las paredes elementos decorativos, esa no era la misión del arte. Con la aparición del poder y sus diferentes estatus, la incorporación del dinero, y en nuestros días la creación del estado del bienestar, el ser humano ruin ha conseguido establecer un entramado en su propio beneficio, controlando pensamientos, actos y vidas de todos los seres humanos. Controlan nuestros estímulos a través de los medios de comunicación, falsifican la verdad y la imparten en los centros educativos donde nos adoctrinan como sus súbditos. Han creado el estado de pánico en el que malvivimos, generándonos miedos y necesidades irreales. El arte ha quedado relegado a un lugar que no le corresponde rodeado de gente avariciosa que sólo busca poder. El arte no existe si está en los estudios de los artistas o en casa de particulares cualesquiera. Tiene que estar en el mercado artístico, obtener un reconocimiento e ir escalando posiciones. Se ha convertido en una pieza más del entramado del ser humano ruin.

A mí no me interesa nada de eso, excepto que se acabe. Tampoco pretendo ofender a nadie, todos somos víctimas y yo no soy quién para juzgar a los demás. Vivimos en un mundo de apariencias y nos han engañado desde el principio. No aspiro a ser más ni menos que nadie, sólo quiero ser yo.

Creo en la igualdad absoluta entre personas, sea cual sea su raza, sexo, tamaño, orientación sexual, religión, edad, nacionalidad, estudios, profesión, posición social, vestimenta, etc. Creo en una verdadera democracia que trabaje para el bien de la humanidad. Considero que el ser humano debe volver a pensar como especie. Pensar como especie. Por primera vez de manera global y con total comunicación, para conseguir la libertad, viviendo sin conflicto y en armonía consigo mismo y con el entorno que le rodea pero no le pertenece.

En mi obra trabajo partiendo de la honestidad. Procuro no imponer nada al espectador. Me interesan las múltiples lecturas de una obra, lo que es y lo que puede ser, que también lo es. Provocar incertidumbre para generar cuestionamientos, activar la mente de quien la visualiza incentivándole así al autodescubrimiento, que es en definitiva lo único que nos puede hacer libres.

Ildefonso Cecilia





No hay comentarios:

Publicar un comentario